miércoles, 30 de noviembre de 2011

correr

vos me mareaste las piernas

vos me liberaste el incontenible deseo

me enseñaste a reconocer mi cuerpo a través de sensaciones nuevas

me despertaste!


Ahora el cuerpo ya no es novedad

y con esa piel activada necesito emprender otro viaje

aquí es donde suelto el equipaje que ya no voy a usar …


hasta pronto

domingo, 20 de noviembre de 2011

más de un año ...

Si algo caracterizo esta relación, es que funcionó inversamente cronometrada. Cuando yo empezaba vos terminabas, cuando vos aclarabas yo confundía, cuando yo proponía realidades vos creabas y creías ilusiones.

Queda claro que quisimos ajustar las agujas pero siempre me despertaba un segundo antes de que sonara la alarma.

Rondará el misterio de saber quién se equivocó, sí el destino que llegó tarde o nosotros que llegamos antes.

lo que fuimos en este destiempo

no fue lo que hizo el tiempo;

y atesoro algo que sólo yo sé

Las agujas corren de derecha

a izquierda para quién se

atreve.

sábado, 19 de noviembre de 2011

¿?

“la soledad no es una herida”

Valle de Muñecas

y vos buscas ahogar

un impulso

yo busco saciar un deseo

ambos buscamos salar

las heridas para sentirnos

vivos


y así las cosas jugamos

a dar espacio, a que el

otro busque por nosotros lo que

queremos encontrar


meto en mi organismo

todo lo que este pueda

soportar, sé que es un

ente independiente de

mi conciente, por suerte!


viajar huir buscar negar

afirmar conocer


busco la distorsión para callar

mis pensamientos

la inacción me pesa y

para peor me conduce a vos


desconfío de la autoayuda

y también de vos

y me siento sola, me aíslo

para seguir, para aferrarme

a una sola idea que me mantenga viva

y temo al destino, en silencio …


no sé puede frenar lo que viene,

no lo puedo callar …

entonces decido probar

fórmulas nuevas, intento

lo que hasta ahora

no hice …

martes, 8 de noviembre de 2011

ludopatía

Me pregunto qué debo hacer con esta furia, con este feroz desencanto …

Lloro de costado en el sillón, posición

fetal que clama un abrazo

soledad que obliga a tomar

el lápiz

y pienso que la torpeza siempre ocupa el lugar que se le permite…

me acostumbre a la falta de tacto y corrí el peligro de naturalizarla.

Forcé a mi inconsciente para silenciarlo y aprendí a percibir con lágrimas en los ojos …

No voy a dejar de ser yo, pero ese juego no lo juego más …

sábado, 5 de noviembre de 2011

...

(a veces me repito)

ya no distingo entre lo primitivo

y lo racional ….

soy presa de mis instintos

animales

y el placer es mi carnada


tengo hambre y sed milenarias

que no se sacian con rallos

de sol aislados ….


mientras destruyo e

intento construir morales nuevas,

comienzo a creer que al igual

que en la rayuela, uno debe

tirar la piedra y saltar!

intentando mantener el

equilibrio y coordinando

donde caer….


Total siempre

tendremos

otra oportunidad …

Encargo

Encargo
No me des tregua, no me perdones /
nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa /
cruel sea tú que vuelves.
No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino, naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, /
no seas caricia ni guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu /
pelo.
Dalos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforo y /
escamas.
Grita.
Vomítame arena en la boca, /
rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al /
hombre.
Compártelo.
Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas hasta el hueso.
Arráncame esta cara /
infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero /
nombre.
París, 1951/1952
Algunos pameos y otros prosemas
Julio Cortázar

martes, 1 de noviembre de 2011

Ocurrencias porteñas

Llamó para cerciorarse que estuviera cerca. Habían estado intercambiando mensajes con propuestas indecentes durante toda la tarde, ambos sabían que el fugaz encuentro sería intenso.

Cruzó la puerta, no atinaron a saludarse, mientras las lenguas competían por hacer contacto con la piel del otro, las manos urgentes recorrían geografías que de tan conocidas parecían nuevos territorios.

La tomo por las caderas, la subió al sillón, y sin darle tiempo a respirar comenzó a beber sus jugos para calmar la sed. Desde la otra orilla se escuchaban los mudos gritos de placer.

Presa de un deseo que no le era ajeno pero tampoco propio, se soltó y tomo su cuerpo para si. Era momento de percibirlo a él, sorber su néctar (aunque habían acordado que en cuestión de goce, no había propiedad, juntos lo generaban y juntos lo disfrutaban).

En un movimiento firme pero confuso la razón se despidió, ya nada importaba, no había retorno, ni tampoco lo buscaban …

Sonó el teléfono, se hizo de noche, se acabó el disco, las copas vacías …

Lentamente amanecía, y los rayos de sol que entraban x las hendijas de las persianas iluminaban la ropa dispersa por el piso … quizá el único vestigio de esa fugaz pasión …

Tomó su celular y notó que tenía un mensaje.

Los sonidos de la noche anterior sonaban en su teléfono, tardo en comprender pero entendió, que la ropa no era el único vestigio de aquella noche, y que cuanto más efímero y apasionado es el encuentro, más ajeno y distinto es el registro.