martes, 27 de octubre de 2009

El reloj biológico ... o cómo todo cambia de sentido ...

Esto lo escribí para un parcial de la facultad, pero ahora lo reformulé un poco, inspirada en ciertos acontecimientos que me producen mucha felicidad y que me interpelan ... dedicado a mi amiga Pipina... e inspirado en Durazno Sangrando...


Memorias de un durazno
"Desperté junto a la suave brisa primaveral rociando mi textura áspera
mi ser latía la fuerza interna del útero que iba creciendo y endulzando
mis primeras pelusas vibraban mi cuerpo madurándolo,
el sol brillaba mis delicados colores
mecí con los primeros calores y las primeras contracciones
hasta caer aquí donde yace mi cuerpo marchito
explota el carozo que arroja mi ser hacia el cosmos
mientras parte de mi abona el terreno donde he de renacer…" LaU



"Si sale airoso de esta aventura, entonces su destino se consumará en el enfrentamiento con la Verdad no refractada,** la Verdad que está por encima de todas las verdades, el amorfo origen de todos los orígenes: la Nada que lo es todo, la Nada que le devorará y de la cual volverá a nacer."
Eugen Herrigel, "Zen en el arte de tiro al arco".

Durazno Sangrando - Invisible
Temprano el durazno del árbol cayó
Su piel era rosa dorada del sol
Y al verse en la suerte de todo frutal
A la orilla de un río su fe lo hizo llegar
Dicen que en este valle
Los duraznos son de los duendes
Pasó cierto tiempo en el mismo lugar
Hasta que un buen día se puso a escuchar
Una melodía muy triste del sur
Que así le lloraba desde su interior:
"Quién canta es tu carozo
Pues tu cuerpo al fin tiene un alma
Y si tu ser estalla
Será tu corazón el que sangre
Y la canción que escuchas
Tu cuerpo abrirá con el alba"
La brisa de enero a la orilla llegó
La noche del tiempo sus horas cumplió
Y al llegar el alba el carozo cantó
Partiendo al durazno que al río cayó
Y el durazno partido
Ya sangrando está bajo el agua

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