Se va el tiempo y quisiera agarrarlo con las manos, tocarlo y deformarlo, acariciarlo y rascarle con las uñas esos momentos que se volvieron instantes, fugaces o no. Las palabras son sonidos y sus fonemas retumban en nuestras cabezas para pasar al papel y sonar de formas distintas según el lector, el momento y la experiencia ... tantas veces escuche que la música (los instrumentos musicales) habían sido originados en la búsqueda de la imitación de la voz humana ... no sé si será cierto, por mi parte me resulta un tanto pretensioso pensar que se busca generar algo de manera artificial y menos cuando es naturaleza en estado ¿puro? (que palabra tan ambiciosa che!, bueno para ser las 6 de la mañana es lo que se me ocurre en este cuelgue de domingo) ...
Las palabras, expresadas por aquellos que se permiten percibir y vivir de otra manera, son música en los ojos ... Es una conjunción perfecta, es una sinfonía, es una partitura, es sonido con el viento y en los ojos ... colocadas mágicamente para ser percibidas de mágicas maneras.
La ecuación inequívoca que me hará hallar el límite por derivadas trigonométricas no puedo ver.
Vas a tener que adivinarme, vos brujito ... (por que no me conoces...)
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