A un mes y medio de finalizar el año, corriendo con entregas, armando el último encuentro cultural y convocando personas, una cae en cuenta que por momentos ciertos 'automatismos' son los que nos sostienen ... Claro está, una no va a dejar de hacer todo lo que tiene que hacer, aunque fuera el deseo más consciente/inconsciente que nos manejará - x ello, con previo conocimiento de causa, una tiende redes donde la obligación es una contraprestación que llegado esté momento nos genera cierto movimiento (a desgano muchas veces) que impide la parálisis- porqué sabe que hay cosas que TIENEN que hacerse ...
sin embargo, llega esté momento del año, donde intentar congeniar contingencias, subjetividades, objetividades y dades más o menos, se convierte en uno de los problemas metafísicos más intringuleados de la existencia ... Es decir, estamos en condiciones de frenar y re-evaluar las próximas acciones? o eso sería como parar con el caballo a mitad del río profundo? es lo mejor prender el modo automático e ir hacia donde creíamos que sería la otra orilla? estamos en condiciones de afrontar los riesgos? ...
son tantas las dudas, y tan pocas las certezas, que también me pregunto ¿sirve cuestionarse AHORA estas cosas? ... por lo pronto quedan pocos días de trabajo forzado, 15 días para el encuentro cultural, 1 mes para que termine el cuatrimestre y una promesa al aire de relajarse en enero ...
mientras tanto le paso un precinto a mis locuras, y me digo que en enero las soltaré para que se airen al sol ...
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